|
 |
EL CAMINANTE |
 |
|
REFLEXIONES DE UN PEREGRINO
¿En que piensan los poetas cuando nos regalan sus versos? ¿Qué nos quieren trasmitir? Pensamientos, deseos, sentimientos…: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Nunca descifre que quería decir el gran Antonio Machado con estos versos, pero hice mi propia interpretación mientras anduve el Camino de Santiago.
Me encanta viajar; esta fue la motivación que me llevó a acompañar a mis hermanos a Galicia, a ser una peregrina durante una semana. Así, el peregrinaje no fue por motivos religiosos -a pesar de pedir mi Compostela-, ni espirituales. Fue un motivo lúdico. Aunque pronto descubrí que ésta era una forma de viajar diferente, más dura, pero una forma de viajar a la que me adapte, de la que aprendí, que me gusto.
Estuve una semana andando por el corazón de Galicia. Precioso todo lo que encontré: aldeas, gentes, puentes, ríos, árboles, bosques…y podría seguir así una eternidad. Ser peregrino es otro rollo: si te sale una ampolla, el de al lado te la cura; si no te queda agua, algún otro peregrino te dejara beber de su cantimplora… es impresionante lo solidario que somos los peregrinos.
Desde mi experiencia os cuento:
-Los primeros días fueron duros porque me llene de agujetas.
-El tercer día fue mas duro porque acabé con tendinitis en mi empeine derecho.
-El quinto fue peor porque otra tendinis apareció, esta vez en mi rodilla izquierda.
-El sexto día, ¡oh sexto día!, como yo lo llamo, el día del horror. En este día si me voy a extender. Nos quedaban 40km. para recorrer en 2 días, y nos lo repartimos así: 35km para el 6º día y 5km para el 7º y último día. Diréis y porque no los repartisteis de forma mas equitativa, pues porque la idea es dejar pocos kilómetros para el ultimo día y llegar temprano a Santiago. Pues bien, nunca pensé que fuese capaz de hacer los 35km. Ya avise a los demás con que seguramente yo no llegaría al fin de la etapa, y que me quedaría en el pueblo de antes, incluso llegue a mirar algún que otro albergue.
A las 6: 30 de la mañana aquel día, nada mas comenzar a andar, me quede atrás. Con las tendinitis no podía ir al ritmo de los demás y una vez que amaneció les dije a mi trupe que fuesen a su ritmo y no me esperasen -es incluso mas cansado ir parando para esperar que hacer el camino a la pata coja...-;y por cierto, bien en serio que se lo tomaron, porque ya no les volví a ver el pelo hasta muchas horas después. Ya entrada la mañana comenzó a llover. La rodilla me pinchaba. Pero me propuse hacer la etapa completa. Una vez andando te creces. Te propones llegar y te fijas tu meta. Iba a llegar al final de la etapa, no me importaba lo que tardase pero me prometí que llegaría. Los últimos 13km se hicieron los más largos, puesto que ya no había carteles que indicasen cuanto quedaba -ya los letreros solo te indicaban la dirección que tenias que tomar-, así que no sabia lo que me quedaba para llegar a Monte de Gozo.
Poniéndonos en situación: sola, dolorida, mojada, desorientada…así llegue 8 horas y media después al albergue donde los otros me esperaban -ya les avise vía móvil que llegaría, fabuloso aparato-. Exhausta, pero feliz, no podéis haceros una idea de lo orgullosa que estaba, de la satisfacción que sentí cuando llegue al final de la etapa, cuando entre en Monte de Gozo. ¡Llore!. Ni la catedral de Santiago fue capaz de emocionarme. Lo conseguí. Cuando consigues algo con esfuerzo es doble satisfacción. Creo que el truco esta en marcarte TÚ, tus propias metas y no la de los demás. Para algunos su meta era llegar al final de la etapa en el menor tiempo posible, y lo lograban, ellos siempre conseguían dormir en albergues públicos -eran los más baratos y tenían pocas plazas así que sólo los que llegaban primeros conseguían sitio-. Mi meta era llegar y llegue. También fue ese sexto día, el día que crecí.
Es increíble cuando aprendes sin buscarlo, cuando creces sin esperarlo. El camino me ha echo conocerme más -creo que nunca nos conocemos lo suficiente-. Es mucho tiempo caminando sola, conversando contigo misma; es mucho recorrido a pie, ignorando el dolor; superándote cada día, es un paso tras otro siendo constante; es mucho camino para reflexionar. Es mucho sacrifico pero también mucha satisfacción, muchos amigos, muchos paisajes, muchos VALORES… Son valores que reencontré, que estaban ausentes -después latentes-. Superación, constancia, sacrificio reflexión…
En las horas que anduve sola meditaba; hacia tanto tiempo que no me paraba a hacerlo que me preguntaba: ¿lo he hecho alguna vez…? En esta sociedad en la que vivimos, donde no tenemos tiempo para ni para preguntarnos a nosotros mismos “¿cómo estás hoy?”, es estupendo meditar y seguir conociéndote. Conocerte no es tan simple como decir: tengo carácter o soy alegre. Hay otro camino, otra forma de hacerlo: hablándote... Si no te conoces a ti mismo ¿Cómo esperas que lo hagan los demás? , y tú, ¿Cómo esperas conocer a los otros?
Si me preguntas sobre mi experiencia, te diré que fue increíble: dura, pero hermosa. Me dio pena colgar la concha, el palo, la gente, Galicia…
No se si este crecimiento personal, éste aprender a conocerme surgió en el Camino de Santiago porque tiene algo especial -teoría para los peregrinos mas espiritualistas- o porque nunca estuve tan cerca de mi. Pero lo cierto es que yo aprendí, sin lugar a dudas, aquel viejo verso de don Antonio: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Santiago, a 22 de agosto de 2009
El caminante
|
<---Volver
|
UNA ACTITUD NEUTRAL
Al contrario de lo que muchos piensan, adoptar una actitud neutral, no es de cobarde. En muchas ocasiones es la decisión más inteligente.
A veces, en nuestra vida nos encontramos con personas que nos hacen daño. Nos lo pueden hace directa o indirectamente, a conciencia o involuntariamente. Es inevitable toparnos con estos individuos, pero de nosotros depende el daño que nos puedan causar. Nosotros somos quienes les damos el poder de herirnos o por el contrario no les dejamos que nos hieran. A lo largo de mi vida, he reflexionado sobre ello, y aquí comparto con vosotros mis conclusiones. Quizás no estéis de acuerdo con ellas o lo mismo, incluso coincidáis conmigo, no lo sé, de todos modos, las comparto con vosotros…
Cuando una persona te hace daño, entonces, no te aporta nada productivo para tu vida y lo mejor que se puede hacer es no darle valor, entiéndanme, no se trata de devaluarla, no merece la pena siquiera desearle nada malo ni arremeter contra ella para desahogarte, porque esto crea mas ira, entonces le estamos dando importancia y poder y esta ira no nos permite seguir creciendo. Se trata más bien de neutralizarla, hay que dejar que se convierta en una persona neutra para nosotros, las personas neutras NUNCA nos podrán hacer daño porque no son nada para nosotros; aquellas a las que odiamos nos van a seguir siempre contaminando y aquellas que queremos lo van a ser todo para nosotros.
Lo peor de todo es que es muy difícil neutralizar a quien se sigue queriendo. Por eso como dije antes, no es de cobardes adoptar una posición neutral, de hecho hay que ser muy valiente para hacerlo
El ser humano quiere ser feliz, a veces incluso se obsesiona tanto con el tema que necesita tener a alguien a quien culpar si se siente infeliz, pues le asusta aceptar que él mismo, es el único dueño de su estado de animo.
Así que recuerda, solo nosotros podemos decidir si queremos que una persona deje de hacernos daño. Pienso, que el día que podamos neutralizar a quienes nos dañan, entonces-habremos-crecido.
Y aquí queda, ahora también para vosotros, parte de mis andares, sendas y caminos. No deseo que las coincidáis, me conformo con que os haya hecho reflexionar.
Un abrazo.
En Cádiz, a 27 de febrero de 2010
El caminante
|
<---Volver
|

CAMINO DE SANTIAGO. Etapa II. REDONDELLA-
Vuelvo a hacer el camino de Santiago, esta vez la ruta portuguesa. La primera etapa nos lleva de Tuy -frontera con Portugal- a Redondela. Tengo poco tiempo pero quiero dejar en la pagina un escrito de mi andadura. Simplificare y apuntaré lo mejor: Berta y Julio. Las dos personas más interesantes que he conocido. Berta, edad media 68 años; su historia personal es impresionante, nacida en salvador, en tiempos de guerra se marcha a Europa, cada poco tiempo realiza un tramo del camino de santiago. En Portugal antes de iniciar su camino le perdieron la maleta, va sin equipaje, lo poco que conserva lo lleva en un palo y una bolsa. Lo hace sola, viva ella¡¡¡¡
Julio, es jubilado, decidió hacer el camino solo, después se animo un amigo, este aviso a 13 personas más. A hora, Julio, no puede ir a su ritmo, debe ir esperando al grupo y de esta manera se cansa más, con lo cual la etapa, casi siempre, la acaba solo. Hoy a llegado roto a Redondela, pues uno de su grupo se lesiono y tuvo que pedir auxilio; su edad, casi nada, 75 años¡¡¡ Son personas que deciden hacerlo solas, sin embargo, buscan compañía, pues a ambos los conocí caminando cuando me invitaban a iniciar una conversación con ellos¡¡¡
Y si hemos de decir lo peor de la andadura de hoy, diré que casi la mitad del tramo era urbanizado o cn zonas industriales... “¡¡¡Caminante no hay camino, lo fastidiaron al asfaltar!!! , y que don Antonio me perdone por destrozar así su bello verso....
A 15 de agosto de 2010
Azahara Castillo Eslava
|
<---Volver
|

PARECE QUE FUE AYER…
“A mi abuelo, Joaquín Castillo Bravo, un gran hombre,
de gran carácter pero de mejor corazón”
Parece que fue ayer cuando me preguntabas por mis notas; parece que fue ayer cuando te daba masajitos en tu pierna mala y me decías lo mucho que te aliviaba; parece que fue ayer cuando me pedías que te peinara, y yo atenta a tu ruego, mojaba el peine en agua y hasta cepillaba los pelos sueltos que aún poblaban tu calva, para después, por supuesto, echarte a granel la olorosa colonia que te gustaba; parece que fue ayer cuando comías tu melocotón al medio día hasta dejar pelado el hueso; parece que fue ayer cuando te bañabas en el Chorrillo con nosotros; parece que fue ayer cuando me intentabas convencer para que estudiase medicina; parece que fue ayer cuando cantabas “En el tiempo de los apóstoles…”; parece que fue ayer cuando te daba un beso y aspiraba ese olor peculiar que te identificaba; parece que fue ayer cuando silbabas con el cucú de Roche; parece que fue ayer cuando te asomabas al balcón de la puntilla con tu camisa interior de tirantes blanca y nos decías adiós mientras nos íbamos alejando en el coche -ésta es sin duda, la imagen más triste que tengo de ti-; parece que fue ayer cuando sonreías -no lo hacías a menudo, sin embargo es la imagen más bonita que tengo de ti…- ; parece que fue ayer cuando dejaste de estar presente para estar en todos nosotros. Nunca nos has dejado porque somos muchos los que te queremos y te tenemos presente. Las personas siguen viviendo mientras haya alguien que las recuerdan, las añoran, las aman… por eso pienso que eres inmortal.
En Cádiz, a 31 de diciembre de 2010
Azahara Castillo Eslava
|
<---Volver
|
LOS PILARES DE MI CASTILLO
"Dicen que en esta vida, nadie es imprescindible". Pues bien, yo no lo comparto. Mi "yo" se ha levantado sobre cuatro pilares y si me faltara tan solo uno de ellos, este "yo" se derrumbaría.
Uno de lo pilares, es el que más peso tiene, para mi y para los otros, quizá la vida se lo dio o el mismo con el tiempo fue adquiriendo esta responsabilidad. No lo sé, pero es el pilar central que vela siempre porque todo esté en orden. Te da serenidad cuando quieres paz, te da razón cuando te sientes perdido y disciplina cuando desvarías. Y siempre desde el más profundo de los afectos.
El segundo pilar es todo nobleza, su fortaleza está en su corazón, es tan grande que sería capaz de soportar el peso del castillo mas inmenso. Jamas vi nada igual, por ello lo admiro. Tras su fachada se esconde lo mejor.
El tercer pilar es todo amor, parece el mas delicado a simple vista, pero sólo son apariencias. Es capaz de darte tanto calor y ternura que mantiene en pie al resto de pilares. Da igual si a veces no le das toda la atención que necesita, porque él seguirá dándote su ternura incondicionalmente.
El ultimo es el pilar mas joven, así que todos le quieren proteger. Es inevitable. Y mira que por joven no quiero decir endeble, es fuerte como el solo, pero quizás el resto de pilares no lo quieren ver, y esto , por más que pasen los años, siempre será así. Su carisma nos atrapa.
Pues si, estos son los cuatro pilares que levantan mi Castillo. Ellos sostienen mi vida. Tan distintos que se complementan. Tan importantes que sin ellos, no me sería posible seguir en pie, eso seguro, pues mi arquitectura perdería su armonía. Si, quizás penséis que exagero, o sólo quizás, sea, que no conocéis -como yo les conozco- a mis hermanos...
En Cádiz, a 27 de febrero de 2013
El caminante-Azahara
|
<---Volver
|
<---Volver |
|
|
|
|